La senadora panista Xóchitl Gálvez aseguró que está dispuesta acatar la decisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), si es que ésta decide anular su título de licenciatura tras haber utilizado textos de otros autores sin las citas correspondientes.
En un video difundido en su cuenta de X (antes Twitter), aclaró que el trabajo señalado no fue una tesis al uso, sino “un informe, un reporte”.
“Mi título es por experiencia profesional, no por un escrito. Si la falta de referencias en 2 o 3% del texto es suficiente para anular mi título, acataré la decisión de mi querida UNAM y volveré a presentar un nuevo trabajo para titularme”.
“No me asusto ni me rajo. Ya han querido demoler mi casa, ya dijeron que no soy indígena, que no soy empresaria, que no vendí gelatinas, ahora que no soy ingeniera, mañana van a decir que no soy mujer, porque huevos tengo y vaya que muchos”, apuntó.
“Síganle, estoy lista para 256 ataques más”, señaló.
Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció el miércoles que realizará un análisis al trabajo con el que se tituló Gálvez como ingeniera en Computación.
En un comunicado, aseguró que ante la “presunta” falta de integridad y honestidad académica en la tesis de titulación de Gálvez, el rector Enrique Graue pidió al director de la Facultad de Ingeniería, José Antonio Hernández Espriú, turne el asunto al Comité de Ética y al Consejo Técnico “a fin de que se realice el análisis que corresponda”.
Esto, enfatizó, en apego al artículo 36 del Reglamento General de Exámenes de la UNAM.
Gálvez, responsable de la construcción del Frente Amplio por México, con el que competirá en las elecciones presidenciales de 2024, reconoció que utilizó seis párrafos del informe con el que obtuvo el título de licenciatura.
Según la información difundida, la senadora habría tomado párrafos del programa del cambio climático 2009-2012, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 28 de agosto de 2009, sin atribuirlo para el informe que presentó ante Facultad de Ingeniería de la UNAM para titularse.
Tras ello, Gálvez reconoció en una entrevista en el Senado que tomó párrafos de manuales técnicos de equipos instalados en edificios inteligentes y rechazó que haya “robado” dichos textos sin citar las fuentes de las que provenían los párrafos.
“La mayor de las partes son técnicos, son sacados de manuales técnicos. Un tema es la política pública del Gobierno Federal que se aclara que es la política en materia ambiental, y un tema si la pendejié porque debí haber puesto de donde era, la verdad”.
Igualmente, aclaró que su título profesional lo obtuvo en 2010 por la modalidad de informe de experiencia profesional titulado “Diseño de edificios verdes e inteligentes” y no por tesis.
Y refirió que estas acusaciones solo son ataques políticos por su candidatura a la presidencia de México.
El caso de Gálvez recuerda la polémica del plagio de la tesis de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel, cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador, que llevó a la UNAM a modificar sus estatutos para poder evitar con tecnología este tipo de acciones en el futuro.
El pasado 12 de septiembre, una jueza federal sobreseyó la demanda de amparo presentada por la ministra Esquivel contra las reformas al Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que prevén la nulidad de los certificados, diplomas, títulos y/o grados obtenidos de manera fraudulenta.
La citada reforma a los artículos 5, párrafos segundo y tercero; así como 97, fracción III del Estatuto General de la UNAM prevé aplicar dicha nulidad lo mismo para los alumnos que estén cursando una carrera, que para cualquier graduado que haya obtenido su título académico o haya aprobado su examen de grado, de forma fraudulenta.
En su sentencia, la Jueza Quinto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Sandra de Jesús Zúñiga, concluyó que el juicio de amparo era improcedente, ya que la ministra Esquivel Mossa no acreditó que las reformas al Estatuto General de la UNAM para retirar títulos obtenidos con trampa “le cause algún perjuicio, aunado a que tampoco demostró la existencia de un acto concreto de aplicación en su contra”.
La defensa de la ministra argumentaba que se trataba de normas autoaplicativas, es decir, que su sola entrada en vigor le causaba un daño directo a Esquivel, además de señalar que se trata de cambios contrarios a la Constitución por contener elementos de carácter retroactivo.